miércoles, febrero 22, 2006

Die Hamletmaschine (Di adiós hijodeputa)


Ich bin nicht Hamlet. Ich spiele keine Rolle mehr. Meine Worte haben mir nichts mehr zu sagen. Meine Gedanken saugen den Bildern das Blut aus. Mein Drama findet nicht mehr statt. Hinter mit wir dekoration aufgebaut. Von Leuten, die mein Drama nicht interessiert, für Leute, die es nicht angeht. Mich interessiert es auch nicht mehr. Ich spiele nicht mehr mit.

Heiner Muller

En cada funeral, siempre lo mismo. Se trata de estar triste y aliviado, por supuesto, no funciona demasiado bien y acaba siendo un lamentable espectáculo, lágrimas lágrimas en los ojos, espuma por la boca y una media sonrisa idiota de sumisión religiosa o éxtasis místico. In dust we trust. No somos espíritus rebeldes con una sola vida que vivir, somos espíritus y punto, sombras en tránsito, reflejos y proyecciones de lo que creemos que somos, y no de lo que creemos que deberíamos ser. La contravención, el acuerdo asumido desde el principio con los dientes apretados como un error, una derrota. Y estamos todos juntos en esto, sabemos que la nave se hunde, que este retraso no es un plazo que acabará algún día, sino un presente que viviremos como castrados, por el resto de nuestra vida. Criminalizados, proscritos, entre nosotros nos reconocemos y nos cuidamos, pero estamos todos heridos por la misma calavera: el futuro, que quizá hemos perdido para siempre...