miércoles, marzo 22, 2006

In girum imus nocte



Cualquier escenario puede servir para coreografiar una despedida, un milagro o un crimen. El peso geográfico apenas se siente, la acción da significado al decorado, es nuestra intención lo que convierte un lugar en repugnante o conmovedor, en una antesala del infierno o en un homenaje al amor y la belleza. Ante ti, la ciudad de Barcelona, el barrio chino. No es un ejemplo. Vives aquí, es un decir, que vives. Te ocultas aquí, hasta aquí has llegado huyendo de algo. De qué.


El dueño del cuento sentía que los tenía enfrente, que estaban atentos, o no, a cada uno de sus movimientos. Cada reacción de los otros tenía valor por sí misma. Pero no podía pensar en ellos como el público instalado en un patio de butacas, tenía la impresión de conocerlos a todos de vidas anteriores, de guardar una lágrima, un insulto, un beso, para cada uno de ellos.