Hasta aquí
Trenes de juguete, amores
de cartón y piedra pómez.
En todo lo hueco, en todo lo vacío
Te depositas, esperas permanecer.
Yo ya sabía
Que levantar la vista era suficiente para tocar el mar, el rincón apenas del mar
Que puede tocarse desde aquí.
He aprendido una nueva forma de amar
Que tampoco me hace feliz.
En piedras sobre las que a veces pongo flores
Y pienso en ella
Y me aguanto
Estatua de carne y de aire,
Homenaje a un demonio que nunca duerme
Laberintos que construyo con palabras
Para encerrar dentro a mi animal
Atravesado por el vuelo de la golondrina más rápida del mundo
Este rincón de polvo y sol y aburrimiento
Soy la pieza que inexplicablemente sobra del rompecabezas terminado,
Al amanecer una sombra que se disuelve.
Los ojos oscuros de regresar del paraíso,
Flexible y musculoso el corazón.
Me tengo reír, y ponerme la chaqueta,
Me tengo que marchar, y dejar que llueva
Sobre mis huellas.
Dentro de poco mi sonrisa no querrá decir nada.